¿Qué es una host sister? ¿Qué voy a tener que hacer con ella? ¿Cómo va a ser la convivencia?…
Estas son algunas de las miles de preguntas que surgen a los estudiantes cuando piensan en un nuevo hermano o hermana con él que tendrán que convivir durante su año escolar. Nuestras estudiantes Sara y Sofía llevan conviviendo, más o menos, un mes y medio con su host sister y pueden describirnos como ha sido su experiencia desde el primer contacto.
La experiencia de Sara
Primero, Sara nos cuenta:
“Cuando me dieron mi familia de acogida vi que tenía una hermana pequeña. Me puse súper contenta porque siempre he querido tener una. Con ella, como no tenía móvil, no hablé hasta que hicimos videollamada con la familia entera. Hicimos dos o tres, pero nunca solas, y tampoco hablaba mucho cuando las hacíamos.
Cuando llegué, mi host sister no me habló casi nada y me disgusté un poco. Luego ya me di cuenta de que es súper vergonzosa y siempre que ve a alguien por primera vez no habla. Pero eso cambió al poco tiempo, y ¡ahora no me deja ni en paz!
Es una chica muy activa y hemos hecho muchísimas cosas juntas: hemos jugado a millones de juegos, hemos leído, hemos visto pelis y series, hemos jugado a las barbies, vamos mucho a saltar en la cama elástica, a escalar un árbol, y, de hecho, siempre que estoy en casa estoy con ella.
Por otra parte, como todo el mundo, he tenido malos ratos en EEUU porque echaba de menos a mi familia y a mis amigos. Sin embargo, ella me ha ayudado a que lo eche menos en falta. Además, me ha sacado muchas sonrisas y me ha alegrado mucho. Yo también, intento ayudarla en todo lo posible: la ayudo con los deberes y siempre que me pide ayuda o consejo en cualquier cosa.
Ahora mismo, la considero mi hermana. No pensaba que en tan poco tiempo íbamos a llevarnos tan bien, y la verdad que hemos congeniado genial. A pesar de que a veces se enfada porque no entiende que tenga que hacer deberes o estudiar, luego nos llevamos genial y me alegro mucho de tenerla».
La experiencia de Sofía
En segundo lugar, Sofía acompaña estas ideas con su propia experiencia, bastante distinta a la de Sara:
“Empezamos a hablar en febrero-marzo. Hicimos alguna videollamada solas, y en una de ellas, nos dimos cuenta de que teníamos muchísimo en común y ¡me parecía super guay! Además, me demostraba mucho amor y tuve una muy buena primera impresión de ella.
Cuando llegué a EEUU me acogió desde el primer instante. No sentía que me dejase sola ni apartada. Se la notaba emocionada por tenerme en su casa y por acogerme. Estaba a mi lado todo el rato. A veces me agobiaba un poco, tanto ella como la familia me daban mucho amor y, además, tenía mucho que asimilar: la nueva rutina, el nuevo lenguaje, etc., y no tenía casi nada de tiempo libre. La familia intentaba estar activa conmigo, mantener conversaciones siempre y a veces necesitaba tranquilidad y estar sola. En otras palabras, fue el choque cultural. Pero luego ya, poco a poco, me he ido adaptando y ahora todo genial.
Mi host sister y yo hacemos muchas cosas juntas: salimos de compras, vamos a partidos americanos con amigas, hacemos deporte, cocinamos, vamos al yacusi y, ahora que hemos empezado el cole, nos ayudamos con los deberes. Hemos tenido alguna peleíta, pero cuando pasa nos escuchamos mutuamente, nos dejamos hablar y siempre acabamos genial.
Me alegro de estar con ella, aunque todavía no la siento como una hermana. La considero más bien como una mejor amiga porque tenemos mucha confianza y nos contamos todo lo que pasa en nuestros días. Me siento muy cómoda con ella.”
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Otros estudiantes de intercambio ICES, nos cuentan también su experiencia. Conoce sus historias en nuestro blog. Si tu también quieres estudiar un curso escolar en Estados Unidos y disfrutar un gran año, contacta con ICES, somos especialistas en Programas USA.