¿Acoger a un estudiante internacional?, había oído hablar mucho de ello…
Siempre hay alguien a tu alrededor que busca familias anfitrionas para estudiantes de intercambio y te dice que la tuya sería “perfecta” y que serías un buen host dad. O tu hijo llega a casa del instituto un día y te cuenta que un amigo de clase tendrá un estudiante internacional este año. Incluso un compañero de trabajo te cuenta que ha visto un anuncio en las redes sociales que habla que una organización está buscando familias de acogida…
Entonces un día te invitan a planteártelo, el conocido, tu compañero de trabajo, incluso tu hijo. En realidad, te están pidiendo que «metas» a un estudiante que no conoces a la intimidad de tu casa, tu santuario de paz. Y crees que están locos. ¿Cómo voy a renunciar al placer del nido vacío?, poner música suave cuando quiera, comerme un Häagen-Dazs, tener conversaciones con mi esposa sobre lo que quiera, disponer del mando a distancia…
Pero después de haber vivido la experiencia puedo decirte que…
Si renuncias a la oportunidad de recibir a un estudiante de intercambio, ¡no tienes idea de lo que te estás perdiendo!.
He recibido a estudiantes de intercambio de todo el mundo, 15 hasta la fecha, y ¡Es increible!. Todas esas cosas mencionadas: el «nido vacío», el mando a distancia, el Häagen-Dazs… todo seguirá ahí esperando después de que el estudiante de intercambio se lleve todos los recuerdos construidos juntos a su país de origen.
Construyes experiencias nuevas
Ser una familia de acogida es una experiencia increíble, una nueva vida llena de experiencias nuevas: enseñar cómo lanzar la pelota de béisbol, el picnic o un viaje familiar, un montón de nuevos recuerdos familiares. Los estudiantes son una esponja, disfrutan de todo y aprenden cada día más.
Te conviertes en el papá genial
Si ya tienes hijos, aprenderán mucho del nuevo hermano extranjero. Tu familia tendrá una mejor comprensión del resto del mundo, la cultura y tal vez incluso la política. Para tus hijos, eres el padre que dijo que sí cuando podrías haber dicho no. Eres de nuevo el papá que quiere ir a lugares, hacer cosas y compartir a su familia con este hermano o hermana. El año de intercambio creará experiencias compartidas de las que toda su familia se beneficiará.
Nuestra host family aprende
Hemos recibido a estudiantes de todo el mundo y nos ha ampliado la visión de cómo vemos a otros países y cómo nos ven. Los estereotipos creados sobre el país y la cultura del estudiante no siempre son los que hemos creído. Te das cuenta que no es lo mismo «ser diferente» que «estar equivocado». Y es posible que incluso aprendas cosas sobre ti mismo en las que no habrías pensado si no fuera por tu nuevo hijo.
Y finalmente, chistes de host dad
A veces es un simple juego de palabras o una cita de película increíblemente usada. A menudo es una broma que has contado tantas veces que tus hijos te interrumpen antes de que puedas terminar de contarla. A veces son historias tan divertidas, que tu estudiante de intercambio las transmitirá a sus propios hijos.
Es fácil que a menudo todos terminemos riéndonos. Las bromas de papá, los juegos de palabras, el humor, tienen la asombrosa capacidad de convertir momentos incómodos en recuerdos de hilaridad. La risa hace eso. Derriba muros. Y reír juntos, en familia, multiplica el poder de unión. Al reírte del aprendizaje, la incomodidad y los juegos de palabras, se construye más unidad en la familia, incluido el estudiante de intercambio.
Pero al igual que en la vida real, la experiencia no será todo risas y Häagen-Dazs. Al igual que todo lo bueno en esta vida, tendrás que esforzarte. Pero está bien, ¿verdad? ¡Después de todo, eres host dad!».
Carta completa y versión original en el blog de ICES USA.
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