Estudiar en un high school es fácil una vez que estás allí y comprendes lo que la gente está diciendo.
Joana, estudiante ICES de año escolar en USA nos cuenta como ha sido estudiar en un high school americano. Nos habla de la sencillez de la educación, lo divertido que es practicar nuevos deportes y conocer gente nueva y la gran experiencia que ha supuesto este año en su vida.
«Cuando llegué, mi madre americana había pedido cita a mi consejero, así que fui a verle para escoger las asignaturas y prepararme para el año escolar que estaba por empezar. Cuando nos reunimos, escogimos las que más me interesaba cursar, pero también aquellas que pensaba iba a disfrutar más. Inglés e Historia americana son obligadas por el gobierno americano, así que las añadimos junto con algebra 2, biología humana, psicología y liderazgo. En mi caso, las seis asignaturas duraban dos horas y tenía tres clases cada día.
Hazme caso y no te preocupes demasiado por el horario, si ves que una asignatura no es lo que esperabas, puedes ir a ver a tu consejero y hacer cambios. ¡Yo he pasado por eso un par de veces!
¡La educación en Estados Unidos es fluida y fácil! si haces los deberes y prestas atención en clase, no deberías tener problemas ni con el lenguaje ni con los capítulos estudiados.
La vida de un adolescente americano, por lo que yo he experimentado, puede ser increíblemente divertida si practicas deportes. En el momento en que llegué me incorporé a las pruebas veraniegas de voleibol sin conocer a nadie del colegio, pero me encontré con gente alucinante que me dieron la bienvenida sin hacer preguntas; ¡créeme, tener acento puede ayudarte a llegar casi a cualquier parte!.
Unirte a un deporte, si tu, como yo, no eres ni muy atlética o no tienes mucha idea de en qué consiste, puede ser muy gratificante y una oportunidad increíble de aprender, pero también puede ser duro. Se te exigirá que lo des todo, intentes llegar a tu límite y aprendas qué significa ser parte de un equipo… ¡y el resto es historia!.
Si participas en un deporte, la probabilidad de que se convierta en el centro de tu vida es alta, pero en el buen sentido. Los entrenamientos son todos los días durante dos horas, por lo menos, y consisten en que cojas confianza en ti misma y en tus compañeros de equipo, y ¡también prepararte para el partido!.
De verdad, es tan divertido… y oye, si lo pruebas y no entras en el equipo, no te preocupes. Cuando los entrenadores de mi equipo de fútbol se dieron cuenta de que me faltaba experiencia para estar en el equipo, el equipo de baloncesto me dio la bienvenida con los brazos abiertos y no tengo ninguna queja sobre cómo salió todo.
No puedo imaginarme cómo habría sido mi año si no hubiera dejado atrás mis inseguridades cuando llegué aquí para disfrutar esta experiencia al máximo: voleibol, baloncesto, natación…y toda la gente que he encontrado a lo largo del año se han convertido en una parte muy importante de mi vida y será algo que nunca olvidaré”.